martes, 25 de enero de 2011

La infancia

" La infancia", cada vez que escuchamos esa palabra la solemos asociar a nuestros mejores años, aquellos años en los que todo era compañerismo, simpatía , amistad, solidaridad.... aquellos años en los que no poseíamos la mínima preocupación por el qué dirán o simplemente por situaciones inestables como la búsqueda de un trabajo, el acceso a la institución o universidad que deseemos para completar los estudios ...al igual que estas existen otras situaciones que nos envuelven en una cierta capa para afrontar las adversidades que se nos presentan.Si nos paramos a reflexionar , esta etapa, la etapa de la infancia, ha sido y será por siempre la etapa más dulce de nuestra vida, porque ¿ Qué niño/a no posee  dulzura ? Esa dulzura y ganas por aprender y vivir cada minuto con la persona que le acompaña en él.... Si invadimos más en nuestro interior , podremos darnos cuenta de que es la etapa de mayor inocencia, aunque ¿ a quien no le gustaría ser inocente durante toda la vida? ¿ Por qué la sociedad nos obliga a no serlo?.
Mediante estas reflexiones, es posible añorar aquellos recuerdos y momentos magníficos que hemos pasado junto a personas de nuestro alrededor y darnos cuenta de que la vida  habría que vivirla como una infancia prolongada que se extiende a lo largo de toda nuestra vida, la cuál es aconsejable disfrutar a cada minuto, porque al igual que la infancia, vida solo hay una.

sábado, 22 de enero de 2011

Los sabores de la vida

Desde comienzos de nuestra vida y sin darnos apenas cuenta, hemos sentido preferencia por los sabores dulces ante lo salado. Siempre nos hemos ilusionado ante la recompensa de una piruleta u otra golosina al realizar correctamente un ejercicio asignado por la profe, por un buen comportamiento... situaciones y más situaciones que hacen de nuestra primera infancia una etapa dulce.
Cuando me refiero a primera infancia, muchos pensaréis que indudablemente esa inclinación no corresponde solamente a ella sino a todas y cada una de las etapas por las que pasamos , la adolescencia, la madurez, la vejez...ya que esa tendencia a los sabores dulces, permanece innata en nuestro sistema, aunque hago incapié sobre ella ,porque sin darnos cuenta es un periodo de alta sensibilidad, la cuál todos los padres relacionan el alimentar con el crecimiento y el ideal de que mientras más alimentos ingieran sus hijos más crecerán. Sin embargo, infinidad de estudios realizados en investigaciones muestran que el tramo de infantil a la adolescencia cada vez presentan más problemas de obesidad en edades muy precoces.
Como causa, diagnostican el abuso de bollería industrial, unido a las golosinas que consumen los niños de forma cada vez más frecuente y peor aún, todo este consumo debido a la falta de tiempo por motivos de trabajo en muchas de las ocasiones.
A mi modo de ver, no deberíamos de dejar de inculcar nunca a nuestros progenitores las comidas tradicionales que pertenecen a nuestra cultura y no atentar radicalmente con la negación a comer golosinas sino administrarlas e ingerirlas en proporciones coherentes, no como uso habitual.